Hay ocaciones esperas con tantas ganas ver una película, ya sea por que sale tu actor favorito, la banda sonora de alguna buena banda o simplemente por que es una adaptación de algún libro o serie animada… y cuando por fin eta en cartelera y gastas tu dinero para ir a ver la película de algo que te gusta, te llevas una gran decepción. Este es el caso de "el ultimo maestro aire".
Es incomprensible la cantidad de diálogo dedicado al deplorable general Zhao y el Señor del Fuego Ozai intentando explicar el porque están persiguiendo al Avatar y lo peor es que no es el único, todos lo hacen como si no existiera el presupuesto para mostrarnos visualmente los hechos. Se vuelve un fastidio tratar de escuchar a los actores con frases monotonas y sin emoción, literalmente como si estuvieran leyendo el libreto en una exposición en alguna aula de escuela.
Sokka se límitaba a exclamar en momentos de pelígro, siendo él quien nos hacia reír del grupo; la inteligente y valiente de Katara se ha vuelto en una empleada de la agencia de turismo que se límita a dar información cuando se le pregunta, nada de sentimientos, motivaciones o coraje reflejado en su rostro por la muerte de su madre; Aang en cada escena se presenta como una víctima del destino, sin mostrar esas enseñanzas de amor y paz de los nómadas del aire; Zukko se volvió la fastidiosa sin el coraje ni determinación; Zhao ahora sólo causa pena.
Los efectos son buenos en 3D, pero si lo ves en 2D se llegan a apreciar ciertos detalles de los cuales te das cuenta que, son realmente falsos.
La música era buena, pero se repetía y se repetía.
No se si es sólo es la culpa del director M. Night Shyamalan o de la empresa Nickelodeon por querer exprimir más dinero de la serie. ¿Qué de nuevo tenían que ofrecernos? Cuando tienes a una caricatura con un buen guión, personajes claramente definidos y una narrativa épica no significa que vas a realizar un copia barata del Señor de los Anillos y un claro ejemplo es la batalla final con escenarios de plástico, decenas de extras corriendo y efectos especiales que carecen de realismo.
Estefania Vieyra Rivas
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