El tìtulo de tan particular y curiosa película "elefante", parece hacer referencia a que el tamaño de dicho animal puede ocultarnos la verdad. Pero esa no es exactamente la idea, sino que significa que la violencia es un hecho tan fácil de ignorar como un elefante en el salón.
Sin duda Gus Van Sant el director de la película, opto por el riesgo. Su película carece de ritmo, guión completo, orden, progresión y todo lo que la mayoría de los films suele tener.
Pero no son necesarios: su visión de los asesinatos verídicos que dos estudiantes llevaron a cabo en su propio instituto, va màs allá de las fòrmulas que conocemos. Van Sant no ha intentado manifestar su opinión ni mucho menos manipular al espectador, sino que de forma
imparcial se ha limitado a mostrar los hechos para suscitar la difícil pregunta: ¿por què lo hicieron?
Los adolescentes de Van Sant son zombies que llevan muertos largo tiempo. Sus signos vitales quizás nos confundan: respiran, si. Caminan. Hacen fotos. Se interrelacionan en base a sus propios rituales. Van a clase. Parecen tener aficiones, haber desarrollado hobbies. Pero no da la sensación de que estas actividades les aporten un valor añadido a sus vidas, porque... no entienden nada. Son los hijos desorientados de unos padres desorientados. Capaces de tocar a Beethoven y pegar unos cuantos balazos en la cochera de su casa sin solución de continuidad.
El director quiere hacer una inmensa parábola sobre la fragilidad y el azar, convirtiendo un hecho luctuoso y horrible en una poética reflexión sobre la eternidad, la pérdida de la inocencia o el estado de ruina moral que amenaza al sistema educativo de su país.
Quizás podríamos pensar en un desasosegante vacío existencial, causado por un mar de continuas vanalidades, frustraciones y abandono de una sociedad experta en dar la espalda. No creo que Gus Van Sant intente hallar algo de racionalidad en todo lo sucedido. Su misión aquí es relatar de la forma más fría la terrorífica matanza de Columbine. En efecto, no hace falta dar ninguna explicación… porqué a veces las imágenes hablan por sí solas. Y no hay más.
Con unos impagables planos secuencia, unas interpretaciones más que correctas, una genial fotografía y la banda sonora a manos de los genios Ludwig Van Beethoven y Wolfgang Amadeus Mozart, el director y guionista crea una excelente atmósfera hipnótica, ideal para perderse… y reflexionar. Por su inconfundible enfoque ‘Elephant’ es una de estas obras controvertidas, que la amas o la odias, sin posible término medio. Y ya por esto (por arriesgada y valiente) merece ser vista.
Con unos impagables planos secuencia, unas interpretaciones más que correctas, una genial fotografía y la banda sonora a manos de los genios Ludwig Van Beethoven y Wolfgang Amadeus Mozart, el director y guionista crea una excelente atmósfera hipnótica, ideal para perderse… y reflexionar. Por su inconfundible enfoque ‘Elephant’ es una de estas obras controvertidas, que la amas o la odias, sin posible término medio. Y ya por esto (por arriesgada y valiente) merece ser vista.
¿Que sentimientos provocò en mi esta película?
¿Cuanto nos afectan las burlas y el menosprecio de la gente?
¿Hasta que momento una persona puedo estallar de este modo?
Si estuviera en una situación así ¿Pensaría o actuaría como los chicos de este film?
Estefania Vieyra Rivas
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